Vota por el nieto de Trujillo

El Partido Esperanza Democrática (PED) ha sometido todos los documentos requeridos para su certificación en la Junta Central Electoral (JCE), y así poder participar en las próximas elecciones municipales, legislativas y presidenciales del período 2024. Esta organización política tiene como representante a Ramfis Domínguez Trujillo, quien es el nieto del Generalísimo Rafael Leónidas Trujillo.

Si usted es de aquellos que le teme al ácido desoxirribonucleico (ADN) del Jefe, le tengo que decir que la realidad de nuestra patria es mucho más espeluznante que la conexión genealógica de Ramfis con su abuelo. Aquellos políticos que han administrado el gobierno de todos los dominicanos desde el Palacio Nacional han establecido una despiadada mafia colectiva de corrupción que nos ha costado pérdidas incalculables al pueblo dominicano.

El destino tiene el camino trazado para que Ramfis, asuma el compromiso patriótico de rescatar nuestro país y reivindicar el apellido de su familia implementando un gobierno a favor del pueblo. Ramfis ha sido vilmente atacado en diferentes tribunales con calumnias de fraude, robo y corrupción por ser un político honesto y desligado a la caterva política de los partidos que han gobernado el país desde el ajusticiamiento del Jefe el 30 de mayo de 1961.

Tengan ustedes por seguro que, si Ramfis Domínguez Trujillo fuera culpable de cualquier acto delictivo, estaría preso actualmente, por lo que este representa una amenaza al sistema de gobierno corrupto que impera en nuestro país, sin importar el partido de turno.

La República Dominicana no puede sobrevivir otro período de cuatro años con un gobierno basado en corrupción, inseguridad ciudadana, narcotráfico, falta de educación, con un sistema de salud deplorable y sin frenar la invasión pacífica de los inmigrantes haitianos al territorio dominicano. Los políticos y partidos tradicionales han demostrado por más de seis décadas que a pesar de tener colores y nombres diferentes, siguen el mismo patrón de despilfarro público, dejando en último plano los intereses básicos del país.

El nieto de Trujillo tiene los pantalones apretados para tomar las decisiones empíricas que necesita nuestra nación y caminar a un futuro donde todos sean incluidos. Ramfis es la versión criolla del presidente del Salvador Najib Bukele que se empoderó para desterrar la corrupción y el imperio de terror de las pandillas salvadoreñas en el país. No podemos seguir votando con hambre, intereses personales e ignorancia, un pote de romo, el pica pollo y los $500 no puede ser motivo exclusivo de salir a votar en las elecciones municipales, legislativas y presidenciales del 2024.

Si usted tiene que pagar la energía eléctrica más cara del caribe, sin que esta sea suplida a su casa y usted que escucha cómo los políticos hablan de su “crecimiento económico” y se burlan de las necesidades económicas y fundamentales de todos los dominicanos, vota por el nieto de Trujillo.

Si usted sufre porque los valores familiares se han desplomado al suelo y nuestros jóvenes no tienen oportunidades, arropado por la drogadicción y sin tener un trabajo digno para soportar económicamente a su familia, vota por el nieto de Trujillo.

Si usted está cansado de los mismos políticos tradicionales corruptos y tiene hambre de un gobierno por y para la gente. Si usted es un exiliado económico viviendo en el extranjero por la falta de oportunidades de vivir en nuestro país, con seguridad, trabajo y buena educación, vota por el nieto de Trujillo.

¡Dominicano!, si a usted le duele su país y trabaja dignamente, pagando sus impuestos y aun así no tienes garantizada tu seguridad como ciudadano, una atención médica adecuada y decente, una educación de calidad para sus hijos y familiares, más oportunidades en el mercado laboral, es hora de que como nación creemos conciencia y no sigamos votando por los partidos tradicionales y les digo con toda confianza que la esperanza de restaurar la nación dominicana está en el nieto del Generalísimo Trujillo.


EL AUTOR es educador, activista social y político. Reside en Jersey City, Estados Unidos.
Por: ELVIN DOMINICI