La oposición política está cada vez más fragmentada y ya suman ocho los proyectos presidenciales que están corriendo por diversas organizaciones, sin que se vislumbre ni siquiera un principio de unificación por el momento.
El bloque opositor se ha dividido luego de que el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) votaran a favor de la aprobación de la Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas, que dejó a opción de los partidos el tipo de padrón y el método de elección de sus candidatos a diversos puestos electivos.
El expresidente Hipólito Mejía es el más reciente en lanzarse formalmente al ruedo pero ya está en un profundo activismo desde hace meses su compañero de partido, Luis Abinader.
En el PRM están naciendo otras aspiraciones, como las del diputado Wellington Arnaud y también las de Ramón Emilio Concepción.
Por primera vez aspira a la presidencia Luis Miguel De Camps, quien preside el Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD).
También aspira por cuarta ocasión el presidente de Alianza País, Guillermo Moreno.
Por segunda ocasión aspira a la presidencia del país el presidente del Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano (PQDC), Elías Wessin Chávez.
El dirigente reformista Víctor -Ito- Bisonó desarrolla sus aspiraciones presidenciales, aunque ha dicho que no está sujeto al Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).
Por el Partido Demócrata Institucional (PDI), aspira Ramfis Domínguez Trujillo. Minou Tavárez Mirabal busca el reconocimiento del partido Opción Democrática, y fue candidata del partido Alianza Por la Democracia (APD), organización que no ha definido sus aspirantes.
La Fuerza Nacional Progresista no tiene aún un proyecto presidencial, pero ya en las elecciones del 2016 llevó a Pelegrín Castillo como su candidato presidencial.
