Hacia las elecciones de febrero y mayo (OPINION)

Por ISAAC FELIZ

En un artículo anterior, escribí sobre la alianza opositora. Hasta ese momento, aún no se había materializado la concertación Rescate RD. Expresaba que sucedieron dos fenómenos interesantes después de 1982, cuando el PLD comenzó a participar en elecciones. El primero tiene que ver con el rompimiento del bipartidismo en el escenario político nacional y la aparición del tripartidismo. No solo estarían el PRD y PRSC, sino también el de la estrella amarilla. El otro hecho interesante es que, a partir de esa fecha, el voto de la oposición sería superior al del oficialismo, y el acuerdo entre dos partidos era suficiente para desplazar a un tercero.

Siempre trato de ejercer una labor científica. Además, como estudiante de ciencias políticas, me veo compelido a ser objetivo, basándome en los hechos, que es en lo que se basa la ciencia: el objeto, lo que puede ser estudiado y observado a través de los sentidos.

Por citar solo tres ejemplos de lo que indicaba en el primer párrafo, en las elecciones de 1982 este fue el resultado:

PRD: 46.69%
PRSC: 38.62%
PLD: 9.82%

Proceso electoral 1986:
PRSC: 41.55%
PRD: 39.22%
PLD: 17.94%

Elecciones de 1990:
PRSC: 35.35%
PLD: 33.79%
PRD: 23.23%

En este caso, no haremos una profundización de las causas que produjeron los triunfos o derrotas de los partidos; simplemente queremos señalar lo que esbozamos previamente: que, posterior a la participación del Partido de la Liberación Dominicana en las elecciones de 1982, los votos de la oposición superaban los del partido gobernante.

Fue así hasta las elecciones del 2000. Otro punto relevante que debemos puntualizar es que, producto de la modificación constitucional de 1994, donde se introdujo el Ballotage en el país, y de igual forma, a la persistencia del tripartidismo en la RD, en las elecciones de 1996 se produjo una segunda vuelta debido a la fragmentación de votos.

Pese a que el Dr. Francisco Peña Gómez gozaba en ese momento de una alta popularidad, no logró alcanzar el 50+1. De la misma manera, en el 2000, los números eran propicios para que se produjera una segunda vuelta. Sin embargo, Danilo Medina entendió que no era conveniente y aceptó el triunfo de Hipólito Mejía.

Luego del 2004, regresamos al bipartidismo, y por ello, el PLD logró ganar en primera vuelta hasta el 2016.

En resumen, tomando en cuenta que los fenómenos tienden a repetirse en la historia según la perspectiva marxista y del propio profesor Juan Bosch, consideramos que la oposición, con esta alianza que se materializó en 2023, tiene amplias posibilidades de tener éxito tanto en las elecciones municipales como congresuales y presidenciales.

Creemos, sin intención alguna de ser Nostradamus, que el 18 de febrero van a acontecer dos eventos que marcarán una tendencia hacia las elecciones de mayo, el primero, que Rescate RD superará en votos al oficialismo, y en segundo, que logrará alcanzar entre 70 a 76 alcaldías.