Caracas – El ministro de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, dijo ayer que el Gobierno de Nicolás Maduro considera inexistente la resolución aprobada el martes en la Organización de los Estados Americanos (OEA) y que busca expulsar al país caribeño del organismo.
“Esa resolución no existe porque contraviene la Carta” constitutiva de la OEA, “es inexistente para Venezuela y para el derecho internacional”, dijo el ministro en una rueda de prensa desde el palacio presidencial de Miraflores.
Subrayó que la iniciativa que promovieron EEUU y las 14 naciones que integran el Grupo de Lima para suspender a Venezuela del foro continental fue un “fracaso” y se trató del trigésimo segundo intento “para atacar a la patria venezolana” en los últimos cuatro años.
Acusó a EEUU de ejercer “presiones groseras y brutales” para lograr la suspensión de Venezuela de la OEA, y sostuvo que “volvieron a fracasar” debido a que solo lograron 19 de los 24 votos requeridos.
“Volvieron a fracasar, necesitaban 24 votos y solamente obtuvieron 19, uno menos de la última reunión” prosiguió tras denunciar supuestas “presiones” e “injerencias” de Washington hacia países del hemisferio para lograr los apoyos necesarios.
El ministro llamó en reiteradas ocasiones “sicario” al secretario general de la OEA, Luis Almagro, “ministerio de colonias” al organismo que dirige y “cartel” a la lista de países que conforman el Grupo de Lima y que es crítico con la revolución bolivariana.
Bajo esta tónica señaló que la resolución aprobada ayer, que abre la puerta a la suspensión y que desconoce la legitimidad de las elecciones del 20 de mayo, en las que Maduro fue reelegido, es “absolutamente violatoria” y “no representan la voz de los pueblos” de América.
Por ello, adelantó el ministro, “en las próximas horas Maduro va a lanzar una bombita (decisión)” para responder a la posición de la OEA y a todos los cuestionamientos que ha recibido su Administración por parte de más de la mitad del continente.
Rodríguez se negó a hacer algún tipo de juicio a los Gobiernos que votaron en contra de Venezuela o que forman parte de la lista de 11 países que prefirieron abstenerse en la votación.
Es la primera vez que se aprueba en una Asamblea General una resolución sobre la crisis venezolana, tema que ya centró la anterior Asamblea General de la OEA en Cancún (México), pero que acabó sin una declaración condenatoria porque, en el último momento, el Caribe respaldó a Venezuela.