La discusión sobre los sucesos que provocaron la suspensión de las elecciones municipales del pasado 16 febrero retomaron fuerza ayer cuando la comisión especial del Senado, a cargo de la escogencia de los nuevos miembros de la Junta Central Electoral (JCE), entrevistó a dos altos mandos de este órgano que estuvieron metidos de lleno en la operatividad de esos comicios.
Dentro de los 25 nombres que les tocó entrevistar a la comisión, estuvieron los de Carmen Imbert Brugal, actual miembro del pleno de la JCE y Mario Núñez, director nacional de elecciones de esa institución.
Y como era de esperarse, tras los cinco minutos que les conceden para su presentación personal, la primera pregunta que le hicieron a cada uno fue sobre el proceso electoral fallido y si ambos tenían conocimiento previo que eso iba a ocurrir.
Imbert Brugal fue la primera en comparecer ante los senadores que componen la comisión, siendo Franklin Rodríguez, de la provincia San Cristóbal, el encargado de presentar las primeras preguntas: “¿Qué paso, es previo al 16 de febrero, es verdad que ustedes conocían lo que podía pasar el 16 de febrero? Y si lo conocían ¿por qué no se actuó previo a eso para evitar una situación de mal gusto al pueblo dominicano?”.
“Me sigue mortificando la falta de comunicación e información que al parecer ha tenido el país en cuanto a ese suceso. Porque he escuchado de manera reiterada afirmaciones que no se adecuan a la verdad”, respondió Imbert Brugal en una primera respuesta.
Posteriormente, reveló que: “nunca nos enteramos de lo que estaba ocurriendo”, en referencia a los primeros problemas que presentaron los equipos del voto automatizado el sábado 15 de febrero y que ella, durante un recorrido por unos municipios de Santiago donde se instalaron las máquinas, estaba “absolutamente convencida” del éxito de este innovador sistema de votación.
“La misión de la OEA si lo sabía y los técnicos sí lo sabían y en una carta del pleno dije que la arrogancia y la autosuficiencia nos arriesgó porque por la tarde todavía creían que podía solucionar el problema”.
Ante esta situación problemática, la magistrada señaló que los partidos políticos solicitaron la suspensión de las elecciones y que se votó en tres ocasiones para decidirlo. Dijo que la decisión no fue tomada a unanimidad.
“La suspensión fue solicitada por los líderes políticos, por los delegados, y se votó tres veces y no fue unánime y fue un pleno extraño y ampliado y ahí habían prestantes ciudadanos de la sociedad civil con observaciones apocalípticas, incluso ustedes entrevistaron a uno, que nos dijeron que iban a quemar la junta si no aprobaban lo que ellos estaban solicitando”, reveló Imbert Brugal.
Mario Núñez y la incongruencia
El director de elecciones fue el siguiente en la lista y la senadora Faride Raful fue la encargada de lanzar la interrogante: “¿Usted tenía conocimiento de lo que estaba ocurriendo el 16 de febrero previo a la cancelación absoluta de las elecciones?”.
Mario Núñez respondió que se enteró el sábado en la tarde. Indicó que se le informó al pleno de la JCE pero alegó que “no conocíamos la situación hasta que se evidenció con una prueba de equipo” y señaló a la dirección de tecnología como la encargada de informar en aquel momento lo que estaba pasando.
Pero, al ofrecer estos detalles, la senadora dijo que había una incongruencia entre lo que él decía y lo que había dicho Imbert Brugal, quien había alegado instantes antes que “nunca nos enteramos de lo que estaba ocurriendo”.
Inmediatamente, Mario respondió completando su versión de la historia, citando parte la intervención de la Imbert Brugal.
“Yo como técnico recibí la información con magistrados del pleno. La magistrada Imbert, como ella informó, no estaba presente porque estaba haciendo una ruta de supervisión por su zona, Cienfuegos y el Teatro Nacional. La información se sirvió por parte de nuestra dirección de informática en horas de la tarde, pero no estaban todos los miembros del pleno”, dijo Núñez.
Sobre el problema de los equipos que llevó a la suspensión de las elecciones, Núñez fue tajante: “Se pensaba que se podía subsanar en la mañana (del 16 de febrero), pero no se tenía una dimensión del problema”.
La mañana del domingo 16 de febrero las elecciones municipales se suspendieron luego de que los equipos del voto automatizado que se utilizarían en 18 municipios (los más grandes del país) presentaran problemas para cargar la boleta electrónica. En esa ocasión los miembros del pleno declararon que se enteraron del problema en la mañana de ese mismo día, aunque desde la noche anterior varios dirigentes políticos y técnicos venían advirtiendo la situación.
La suspensión trajo consigo un estallido social con una serie de protestas realizadas en la Plaza de la Bandera reclamando justicia por lo ocurrido.
Los comicios fueron repuestos el 15 de marzo con un sistema de votación enteramente manual.