Por BRUNO VALDEIRAS
Indiscutiblemente que la República Dominicana, en cuanto a lo natural se refiere, es un paraíso; y no lo digo porque soy dominicano de pura cepa, sino porque es la verdad. Tenemos todo tipo de clima: desde tropical, cálido, frío, templado y en ocasiones, ardiente. Tenemos playas preciosas, ríos, fuentes, montañas con selvas espesas; todo tipo de tierras fértiles, áridas y arcillosas; todo tipo de minerales desde oro, plata, niquel, petróleo, bauxita y hasta tierras raras.
Una persona una vez dijo que República Dominicana es un mini-continente y tiene toda la razón. De lo bello que es nuestro país, todos estamos todos cocientes. Gracias a Dios.
Ahora bien, te hablaré de la otra República Dominicana; la que los turistas que nos visitan, no conocen. De nuestro modus vivendi, de nuestro sistema social, político, económico. Y luego de analizar todo esto podemos decir que: nuestra amada nación es un estallido fallido. No estoy hablando de Haití que también lo es, sino de República Dominicana.
El pasado 19 de mayo se celebraron las elecciones presidenciales y congresuales de nuestro país y como cada 4 años, sucede lo mismo: el gobierno compró a todo aquel que se vendió; hubo violencia gracias a Dios muy poca; personas que salían empadronadas en otro país; policías intimidando a la oposición; compra de cédulas por parte de los tres partidos mayoritarios, desde luego el que gobierna compró más.
Boletas marcadas y pre-marcadas y vinieron observadores internacionales, para procurar que no haya fraude porque nuestros políticos, la mayoria, son unos tramposos y por eso no podemos celebrar elecciones sin que no nos observen hasta los extraterrestres.
Vimos un pueblo que votó por más de lo mismo. Y ganó un presidente que nos ha llamado bárbaros, inhumanos, y a los motoristas plagas.
Un presidente que no cree en el sistema educativo fallido de la República Dominicana porque tiene a sus tres hermosas hijas estudiando en el extranjero; ni siquiera en su propia universidad. Un presidente que no cree en el sistema fallido financiero de nuestro país, no paga impuestos y tiene su dinero en paraísos fiscales, pero le hacen la vida imposible a los pobres y a la clase media para que paguen los impuestos.
Tenemos una justicia fallida porque negocia con ladrones de cuello blanco para que devuelvan parte de lo robado del erario y así no ir a la cárcel, pero si es un pobre diablo, que se pudra en prisión. Tenemos millones de dominicanos fuera del país tanto en Nueva York, España, Puerto Rico y otros que se van en yola y la vuelta por México porque el estado fallido dominicano no puede garantizar lo más básico que son: trabajo, mejores salarios, seguridad, vivienda, salud, agua y electricidad a nuestra gente.
Tenemos unas Fuerzas Armadas fallidas. Porque fueron creadas para protegernos de nuestros enemigos eternos, los haitianos y son los primeros que están involucrados en el tráfico de ilegales a nuestro territorio siendo incapaces de salvaguardar nuestras fronteras.
Un sistema político colapsado y fallido, en donde los partidos políticos se han convertido en organizaciones mafiosas desde robo al erario hasta narcotrafico y postrados a lo que diga la ONU u organismos internacionales. La Cosa Nostra Italiana son chamakitos de teta comparados con nuestro políticos.
Un tránsito fallido desde choferes ilegales extranjeros sin licencias; no se respetan las señales de tránsito que han sido creadas para prevenir accidentes; vehículos que no están aptos para circular. En ocasiones sin placas, ni documentos que avale quien es el dueño.
No hay autoridad, o mejor dicho, sí hay, pero no aplican la ley; migración no existe; control de precios tampoco; no hay don de mando, el país como barco a la deriva. Más que un país, somos una selva de cemento repleta xon fieras salvajes también. Y ahora !!! Quien podrá defendernos ???
Sencillamente somos un Estado fallido