Por su ubicación geográfica, República Dominicana se encuentra expuesta a amenazas de origen geofísico e hidrometeorológico como pueden ser las sequías, tormentas tropicales, sismos e inundaciones.
De acuerdo con el Índice de Riesgo Mundial, el país se sitúa en el puesto número 11 de las naciones más expuestos y vulnerables ante desastres naturales en el “ranking” de países de la región de América Latina y el Caribe. El cambio climático acentúa más esta problemática. Un ejemplo de esto fueron las lluvias torrenciales ocurridas el 18 de noviembre de este año donde se marcó un récord de mayores precipitaciones ocurridas en 24 horas en el país y que dejó daños por más de RD$8,000 millones.
Los tres desastres naturales con mayor frecuencia en República Dominicana han sido las tormentas tropicales, seguido de las inundaciones, las cuales son consecuencia frecuente del paso de las propias tormentas y en tercer lugar se encuentran las epidemias, según un informe del Ministerio de Hacienda.
Por esta razón, el experto en seguros, Osiris Mota, sostiene que ante este tipo de eventualidad el país debe estar suscrito a un seguro paramétrico, que consiste en fijar parámetros a partir de los cuales se inicia la cobertura contratada. Indica que este tipo de póliza ayuda a limitar el impacto financiero de eventos devastadores como ciclones tropicales, terremotos y lluvias extremas.
“Tú viste que se dañaron muchísimas propiedades, como puentes y carreteras; las inundaciones van a ser constantes”, Explica, al tiempo de sugerir que el Gobierno debe determinar desde cuántos milímetros la lluvia comienza a perjudicar a los ciudadanos y de ahí ir con una compañía de seguros y determinar de cuánto será la cobertura. “Cuando caigan tantos milímetros de agua por tanto tiempo, pues entonces la cobertura paramétrica se va a activar”, dice.
Ante los cambios en las condiciones del tiempo, sugiere también a los hoteleros unirse y poner un seguro paramétrico que cubra daños cuando los aeropuertos y las carreteras están cerradas y se afecte al turismo. También invita a los productores agrícolas a sumarse, ya que el sector es uno de los más sensibles a cambios en el ambiente.
Brigitte Engelhard, suscriptora senior para Seguros Agrícolas en Latinoamérica, aseguró en una entrevista para la empresa reaseguradora alemana Münchener Rück que estas coberturas ofrecen la posibilidad de proteger a los productores hasta ahora no asegurables. Sostiene que los pequeños agricultores se pueden asegurar a través de agregadores, es decir, municipios, distritos, bancos o incluso proveedores de insumos.
Explica que los grandes productores también se benefician si desean una cobertura hecha a la medida de sus necesidades individuales, lo que facilita la estimación de pérdidas cuando el ajuste de siniestros tradicional en campo es demasiado complejo. Engelhard sostuvo que en la agricultura un siniestro no solamente depende de la cantidad de lluvia, sino también del momento en se produce la lluvia, así como del tipo de cultivo asegurado.
“El gobierno brasileño, por ejemplo, se ha dado cuenta de la mejora en la calidad de los productos paramétricos y, por lo tanto, subsidia el pago de primas por cobertura paramétrica en la agricultura”, explicó. Comenta que la mayoría de estos productos en el sector agrícola son actualmente basados en datos meteorológicos o de satélite.
Por su lado, Mota indicó que uno de los beneficios de este tipo de seguro es que las compañías no requieren hacer ajustes o visitar si las pérdidas fueron reales o no.
Miembros
Mota, quien también fue gerente general de Seguros Reservas, sostiene que en 2004 las islas del Caribe sufrieron los estragos del huracán Iván, lo que provocó que los países de la región buscaran un mecanismo para protegerse de la mitigación de los fenómenos atmosféricos y de ahí nació la Compañía de Cartera Segregada del Fondo de Seguro contra Riesgos de Catástrofe en el Caribe (CCRIF, siglas en inglés) fundada en 2007 con 19 países del Caribe como miembros y tres centroamericanos.
Comenta que a pesar de que Haití es miembro, República Dominicana aún no ha tenido ni siquiera acercamiento para hacerse miembro del organismo.
“Tan pronto como ocurrió el terremoto en Haití en 2010 ellos le pagaron, lo que pasa es que tenían un límite muy bajo que era de US$25 millones y eso realmente no daba para mucho. Imagínate si hubiese sido un país con mejores condiciones en términos económicos sociales hubiese tenido alta cobertura”, afirma.
Indicó que a pesar de las sugerencias que ha hecho para que los gobiernos se sumen a este tipo de seguros, ninguno ha sido consciente de su importancia.
Impacto global
Si bien el impacto de los fenómenos atmosféricos se visualiza en las vidas que cobra, también trae consigo importantes ataques en la economía de un país. En el ámbito mundial, durante el año 2022 la cantidad de desastres naturales totalizó los 421, cifra en que alrededor del 50% corresponde a inundaciones, según informes de Statista.
Pakistán se registra como uno de los países con más daños económicos durante el 2022, ubicándose sólo por debajo de Estados Unidos y Cuba. Las inundaciones sufridas por la nación asiática dejaron tras de sí unos costes por un importe cerca de US$15,000 millones.
De acuerdo con los datos, el Grupo Banco Mundial brindó apoyo a casi 100 países en el ejercicio de 2022.