En un período de menos de cuatro años el PLD, el partido que más elecciones ha ganado en las últimas décadas, ha recibido varios golpes. División, derrota en las elecciones, persecución judicial a gente que ocupó cargos en su gobierno y un éxodo de figuras que no parece detenerse, han diezmado la marca.
Con todo, los morados han demostrado resiliencia, porque siguen siendo una maquinaria importante y con posibilidades de competir en las elecciones locales y en las presidenciales. De hecho, han intentado sacudirse pero cada vez que parecen dar un paso adelante ocurren hechos que afectan a la organización y parecen devolverla al punto inicial, o incluso llevarla más atrás.
La consulta
La consulta ciudadana, como se le llamó a la elección anticipada del candidato presidencial, realizada en octubre pasado, parecía ser el punto de arranque del PLD, o al menos, el inicio de una sacudida que lo colocara en mejores condiciones, en términos reales y de percepción.
Se pensaba que la clave era que el que resultare ganador, lo hiciera con una ventaja significativa sobre sus adversarios. Eso implicaba que la candidatura presidencial surgiera con suficiente legitimidad y fortaleza. Abel Martínez se impuso fácilmente, y no hubo ruidos, aunque posteriormente, algunas palabras y silencios demuestran que no todo está bien.
Además, se pensaba que con esto se detendría la salida de peledeístas, pero no ha sido así.
Hechos recientes
El pasado domingo, el Comité Central del PLD seleccionó a seis titulares de secretarías de la organización política. Todo salió bien, salvo una queja de uno de los perdedores a través de Twitter.
En la reunión también se validaron los resultados de la consulta. Pero ayer en la mañana, se conocieron las renuncias de dos miembros del Comité Central: Una figura tradicional y una representante de la nueva generación.
El vegano Aridio Vásquez anunció su salida en un tuit y Erinia Peralta dio a conocer la suya en una carta del pasado 14 de febrero, en la que no oculta su dolor por la decisión tomada. Son dos nuevos golpes, a comienzo de semana.