Europa Press – Bogotá – Al menos ocho policías han sido asesinados este viernes en una zona rural de Neiva, en el este de Colombia, debido a un ataque con artefactos explosivos cuando los agentes se movilizaban en un vehículo.
El ataque se ha registrado alrededor de las 14.30 hora local (21.30 hora peninsular española), cuando un artefacto explotó en el momento en el que el automóvil de la Policía de Colombia conducía por un camino hacia el municipio de San Luis para realizar una actividad de bienestar social.
Las víctimas mortales son dos subtenientes, dos patrulleros y cuatro auxiliares. Las autoridades han identificado a los agentes como Wilson Cuellar Losada y Luis Sabi Gutíerrez; Duverney Carreño Rodríguez y Jhon Bautista Vargas; y Cristian Cubillos Borbon, Gustavo Esquivel Rojas, Santiago Gómez Endes y Arles Mauricio Pascuas Figueroa.
La Policía ha indicado que en la zona mencionada hay presencia del Frente Ismael Ruiz de la Columna Móvil Dagoberto Ramos de las disidencias de las FARC.
Las Fuerzas Armadas del país han rechazado el asesinato y han enviado un mensaje de solidaridad a las familias. En este sentido, han agregado que disponen sus «capacidades para dar con el paradero de los responsables».
«Las Fuerzas Armadas deben responder con contundencia a este ataque a la paz», ha agregado Iván Velásquez, ministro de Defensa colombiano.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha lamentado que «estos hechos expresan un claro saboteo a la paz total». «He pedido a las autoridades desplazarse al territorio para asumir la investigación», ha añadido en un mensaje publicado en su cuenta de la red social Twitter.
El mandatario se está dirigiendo hacia la ciudad de Neiva para ponerse al frente de la situación, según ha podido saber la emisora Caracol.
La Fiscalía del país ha señalado que un equipo de peritos, criminalistas e investigadores se han desplazado al lugar de los hechos para realizar las investigaciones «necesarias para esclarecer prontamente lo ocurrido» en la emboscada a varios agentes de Policía.
La representante de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, Juliette de Rivero, se ha sumado a las muestras de solidaridad con «los familiares de las víctimas y la institución». «Hacemos un llamado urgente por el respeto a la vida», ha instado.