República Dominicana, a través del Ministerio de Hacienda, emitió por primera vez bonos verdes en mercados internacionales, cuya operación alcanzó US$750 millones, con una tasa de 6.70%, y tuvo una demanda seis veces mayor a la solicitada. Este hito fue catalogado por el Banco Mundial (BM) como un “debut exitoso”.
En su artículo “Invertir en un futuro más verde: Exitoso debut del bono verde en República Dominicana”, el organismo multilateral señala que el país caribeño tiene una propuesta de financiamiento ambiciosa, que incluye una serie de proyectos, entre los cuales destacan transporte público urbano limpio sin emisiones directas, el cual abarca la construcción y ampliación del monorriel de Santiago, así como la instalación del teleférico en esa provincia. Los bonos financiarán la expansión del Metro y el Teleférico en Santo Domingo.
Asimismo, proyectos de generación de energía fotovoltaica, eólica e hidroeléctrica. También, la construcción y mejora de sistemas de saneamiento, drenaje y riesgo, así como alcantarillado sanitario.
Además, el financiamiento incluye el “Programa República Dominicana 30×30”, cual busca conservar y gestionar el 30% de la superficie terrestre y marina bajo la categoría de áreas protegidas.
El BM destacó la importancia del financiamiento privado y extranjero para que la nación caribeña cumpla con las metas de desarrollo sostenible y cambio climático.
S&P Global Ratings y bonos verdes
Sobre esta primera emisión, S&P Global Ratings, en su informe más reciente sobre el “Marco de bonos verdes, sociales y sostenibles de República Dominicana”, indica que los gastos elegibles se alinean bien con las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) del país caribeño.
“El financiamiento está orientado hacia las fuentes más materiales de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). El objetivo de reducción del 27% para 2030 implica la aceleración de la transición del sector energético, la promoción del transporte eléctrico, mejoras en los estándares de gestión de residuos y mayores sumideros de carbono a través de una mejor agricultura y uso de la tierra”, señalan los datos.
Entre las fortalezas del marco, la calificadora destaca la mitigación de riesgos de bloqueo de emisiones a través de la lista de exclusión que impide financiar actividades basadas en combustibles fósiles y de la cadena de valor e infraestructura asociadas.
Otra fortaleza que refiere el documento es el compromiso del Gobierno de República Dominicana de aumentar en un 30% sus áreas protegidas hacia 2030.
No obstante, S&P Global Ratings detalla que la dependencia de los combustibles fósiles y el crecimiento económico esperado plantean retos para la descarbonización del país para 2030.
También, subrayó la importancia de proyectos de adaptación al cambio climático, debido a que el país es uno de los más vulnerables a esta problemática, por su ubicación geográfica.