El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) llega al año preelectoral con uno de los temas que más problemas generan en los partidos políticos, resuelto, la candidatura presidencial. Abel Martínez fue electo para encabezar la boleta del partido morado para 2024, en una estrategia que salió bien, pero que mostró otros retos.
Luego de la elección de la candidatura presidencial, el PLD ha enfrentado una nueva ola de renuncias de dirigentes en todos los niveles, conflictos internos en la elección de las direcciones medias, mientras que algunos dirigentes, en los hechos, no se han integrado a la campaña, aunque en lo formal aceptaron la elección de Martínez.
La muestra más elocuente fue la ausencia en los actos aniversarios de partido morado y la entrega de certificado de elección a Martínez, de Margarita Cedeño y Francisco Domínguez Brito, los aspirantes que quedaron en segundo y tercer lugar en la consulta de 16 de octubre pasado. Aunque ambos dirigentes reconocieron el triunfo de Martínez.
El presidente de la organización, Danilo Medina, tampoco asistió, pero se explicó que la ausencia se debió a que estaba contagiado de coronavirus.
Otro aspecto que habría que observar, es si provocó algún daño más allá de los ruidos, el proceso de elección de las estructuras medias.
La circunscripción dos del Distrito y Bonao fueron las demarcaciones que registraron más inconformidades.
Además de lograr la unificación de hecho, el reto fundamental del PLD es colocar a su candidato presidencial en condiciones de competir con figuras de tanto peso electoral como el presidente Luis Abinader y el expresidente Leonel Fernández.
Para eso, Martínez tendrá que redoblar los esfuerzos en los tres primeros meses del año. Luego de que fue electo candidato, ha lucido rezagado en el escenario, pero anunció que a partir de enero de 2023 saldrá a las calles a reconquistar el poder. El alcalde de Santiago tiene el aval de que ha sido un gran ganador de elecciones y la última demostración fue la competencia por la candidatura presidencial del PLD. Logró esa posición en la primera apuesta, pues contrario a Francisco y Margarita, nunca había aspirado a la presidencia y su nombre no se había señalado como sí había ocurrido con sus principales contrincantes.
Búsqueda de reconocimiento
El nivel de reconocimiento ante el electorado es uno de los retos que debe superar en la primera mitad del año preelectoral Abel. Habría que esperar la estrategia que implementarán Martínez y su equipo de campaña, que encabeza el veterano Francisco Javier García, para resolver ese desafío.
Las redes sociales facilitan esa tarea y habría que ver que tanto el PLD se apoyará en esas herramientas para posicionar a Martínez. También tiene el tiempo a su favor, por lo temprano que se definió su candidatura.
El PLD debe vencer la percepción, cada vez más creciente, de polarización entre la Lui Abinader y Leonel Fernández, en la competencia por la Presidencia. Los tres primeros meses del 2023, serán determinantes para ese propósito.
Para Martínez será fundamental fortalecer su candidatura en el primer trimestre del año, porque la elección de los candidatos a cargos congresuales y municipales podría impactar negativamente su proyecto si no genera la seguridad de un posible éxito electoral en el 2024.
El escenario del 2024, de tres proyectos políticos con posibilidades, hace atractivo el paso de dirigentes hacia organizaciones que les garantincen mayores posibilidades de éxito.
En ese caso, el PLD si logra mantener su fortaleza interna y crecer entre enero, febrero y marzo, no tendría mayores inconvenientes por la estructura históricon la que cuenta y el posicionamiento que logró en las pasadas elecciones.
Para romper la polarización, Martínez tiene la ventaja que el PRM luce ahora más enfocado en atacar a Fernández que a su proyecto, por lo que eso podría empujar su crecimiento.
Ese aspecto es un arma de doble filo, pues los ataques del PRM a Fernández fortalecen la percepción de polarización, por lo que habría que ver si a pesar de esa realidad, Abel logra crecer.
Martínez también necesita afinar su discurso y propuesta al electorado para competir con un presidente en ejercicio y un veterano como Fernández.
El candidato del PLD designó a Juan Ariel Jiménez, exministro de Economía y vicepresidente del PLD, como coordinador del equipo técnico para el programa de gobierno.
La marca necesita relanzarse
La marca del PLD quedó afectada en su imagen en las pasadas elecciones cuando perdió el poder y se dividió. Pero lo peor ocurrió luego de la salida del poder por el sometimiento de funcionarios del pasado gobierno por casos de corrupción.
Si el Ministerio Público continúa el sometimiento de dirigentes y cercanos colaboradores de Danilo Medina, podría sufrir otro retroceso en la marca, a pesar de los esfuerzos que hace por relanzarse. Sobre la imagen del PLD, Martínez dijo que ha sido víctima de una campaña de difamación para sacarlo del escenario.