El vicepresidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Héctor Guzmán, afirmó que el tema de las inauguraciones por parte del presidente Luis Abinader no solo lo legal, sino también lo moral y de principios.
Guzmán, coordinador y vocero de la campaña presidencial de Miguel Vargas, indicó que el mandatario y candidato al mismo cargo, del oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM), actúa de manera incoherente. Esto así, porque en las elecciones del 2020 se oponía a que el presidente de turno realizara inauguraciones de obras, por considerarlas ilegales.
Citó el ejemplo del entonces delegado del PRM ante la Junta Central Electoral (JCE), el fenecido Orlando Jorge Mera, quien depositó ante ese organismo y entregó a los representantes de la Organización de Estados Americanos (OEA) una instancia en nombre del PRM. En la misma, el hoy partido oficialista protestaba por las inauguraciones de obras en período electoral.
“Ese fue el partido que, a través de su delegado, con más vehemencia cuestionaba eso del presidente Danilo Medina”, expresó Héctor. Añadió que “eso llevó a que el entonces mandatario suspendiera las inauguraciones de obras”.
El dirigente perredeísta expresó que Abinader y la referida organización oficialista están aplicando una doble moral. Insistió en que estos practican acciones que criticaban de otros gobiernos durante la campaña, sin importar ahora los principios democráticos que decían enarbolar.
“Las inauguraciones de Abinader en campaña denotan su doble moral”, remarcó.
“No puede ser que tú quieras decir ahora que eso es legal, cuando tu delegado en las elecciones del 2020, en las que tú estabas y ganaste, decía que eso era violatorio a la ley”, criticó el veterano político y amplio conocedor del régimen legal electoral dominicano.
Argumentó que ese contraste entre la declaración de principios de Abinader en campaña y su accionar, ahora desde el Gobierno, plantean un problema ético. Guzmán agregó que, a pesar de que se define como un demócrata, el mandatario y candidato presidencial actúa de espaldas a los principios democráticos.
La Ley Electoral prohíbe las inauguraciones de obras del Estado 40 días antes de las elecciones municipales y 60 días antes de las presidenciales, recordó. Sin embargo, el gobernante sigue inaugurando obras, acompañado de alcaldes que también son candidatos, con lo que promueve la inequidad en el proceso electoral.
“Además, ¿qué le cuesta a un presidente parar de inaugurar obras, sobre todo, en una competencia como la que estamos?”, cuestionó.
“Usted tiene que pensar en el sistema de partidos y en la democracia, porque hoy estás tú, pero mañana va a estar otro”, puntualizó Guzmán.
