La bancada que representa a la Fuerza del Pueblo (FP) en la Cámara de Diputados condenó este jueves las extensas tandas de apagones que continúan afectando en los últimos meses a varias provincias del país.
Es por esta razón que los congresistas opositores calificaron como “un sueño” que República Dominicana esté en condiciones de venderle en 2027, a través de un cable submarino, energía a Puerto Rico.
Esto, contrario a lo planteado por el presidente Luis Abinader, quien busca, según dijo, garantizar la independencia energética del pueblo dominicano y convertirlo en proveedor de corriente eléctrica para la isla caribeña, por medio de una operación empresarial.
“Eso es un sueño. Si hoy se construyera el cable hasta Puerto Rico, pudiéramos venderles apagones a muy buen precio”, expresó el secretario de energía de la FP, Juan Gómez, quien fue invitado al Congreso Nacional por representantes de la cámara baja para destacar el precedente que asedia a la ciudadanía con la deficiente entrega del servicio energético. Misma situación que denuncian los ciudadanos de la vecina isla tras el paso en 2017 del huracán María.
Asimismo, el vocero del bloque de diputados de la FP, Rafa Castillo, cuestionó el anuncio realizado por el presidente Abinader en 2021 sobre la futura comercialización de energía a Haití.
Esto es parte del Plan de Expansión 2021-2035 encabezado por la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETD), un órgano descentralizado del Poder Ejecutivo.
Castillo también percibió cómo inconcebible que el sistema dominicano pueda suministrarle energía a otro país.
Gómez, exsuperintendente de electricidad, rechazó las recientes acciones del Gobierno, después que este comprara transformadores reconstruidos en sustitución de aparatos nuevos, para mitigar las pérdidas energéticas.
“Soluciones”
Ante estas situaciones, el vocero y los congresistas del partido político opositor presentaron varias recomendaciones que, según aseveraron, podrá enfrentar las jornadas de oscuridad.
Dentro de las que se encuentra la edificación de un programa intensivo de reducción de pérdidas, destinar inversión en infraestructuras y la compra de transformadores, “pero no reconstruidos”.
