En ese último vuelo, viajaba el embajador de EE.UU. en funciones, Ross Wilson.
“Ahora el último dron está despejando el espacio (aéreo) sobre Afganistán”, dijo el jefe del Centcom.
McKenzie agregó que, pese a que el repliegue castrense se ha completado, todavía continúa la misión diplomática para garantizar que más ciudadanos de EE.UU. y que “los afganos aptos” que quieran marcharse puedan hacerlo.
“La retirada de esta noche significa el fin del componente militar de la evacuación, pero también el final de la misión que comenzó hace casi 20 años en Afganistán, poco después del 11 de septiembre de 2001”, apuntó.
El general recordó que fue “una misión que puso fin a Osama bin Laden, junto con sus colaboradores de al Qaeda”.
“No ha sido una misión barata. El costo han sido 2,461 soldados estadounidenses y civiles muertos y más de 20,000 heridos”, remarcó.
Explicó que desde el pasado 14 de agosto, un día antes de que los talibanes tomaran Kabul, más de 79,000 civiles han sido evacuados en vuelos militares de EE.UU. desde el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai, entre los que hay 6,000 estadounidenses.
Junto con los vuelos de la coalición internacional, la cifra asciende a más de 123,000 civiles evacuados.
Estos números no incluyen los más de 5,000 soldados -5,800 según datos del Pentágono de la semana pasada- desplegados en las últimas semanas para asegurar la protección del aeropuerto durante las evacuaciones y que han sido ya sacados del país.
Pese a completar la retirada, McKenzie aseguró que EE.UU. “siempre” se reservará el derecho a atacar blancos de Al Qaeda o del grupo terrorista Estado Islámico (EI) si es necesario.
De esta manera, EE.UU. pone punto final a su repliegue de Afganistán dentro del plazo fijado por el presidente, Joe Biden, que puso el 31 de agosto como fecha límite para terminar la salida del país.