La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, aseguró este domingo que los países pobres deben «cumplir con su parte» para recibir apoyo económico de las naciones ricas, en especial en materia de reestructuración de la deuda y para cubrir sus necesidades financieras.
«Los países pobres también deben cumplir con su parte. Deben recaudar impuestos, luchar contra la corrupción, mejorar la calidad de su gasto y demostrar que están comprometidos con su propia gente», dijo Georgieva en un panel de la reunión especial del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), que arrancó este domingo en Riad.
La directora del FMI aseguró que, de cumplirse estas condiciones, los países ricos deben responder con «una gran cantidad de ayuda internacional para la reestructuración de la deuda», entre otros aspectos.
«Es el momento de reconocer que estamos juntos en este pequeño barco llamado mundo, y que los países ricos no pueden decirles a los pobres ‘vuestro lado del barco tiene fugas’. Nos hundiríamos todos», afirmó la economista.
Asimismo, recordó que las economías del mundo han sido «resilientes» pese a los choques de los últimos años y recordó que el FMI ha mejorado la proyección de crecimiento mundial al 3,2 % para 2024, fundamentalmente por el buen rendimiento económico de «un número pequeño de países», como Estados Unidos o China.
Por ello, estableció que las prioridades «inmediatas» de los países deben ser reducir la inflación, reconstruir sus reservas fiscales para hacer frente a choques externos, y encontrar «maneras de cooperar más, porque la fragmentación de la economía es ciertamente mala para las perspectivas de crecimiento».
Por su parte, el ministro de Finanzas de Arabia Saudí, Mohamed al Yadaan, alertó en el mismo panel que los desafíos geopolíticos a los que se enfrenta el mundo, como la guerra en la Franja de Gaza, son unos de los riesgos más importantes para la economía mundial.
«Las tensiones geopolíticas traen consigo cosas que impactan directamente en las economías, como la fragmentación, el proteccionismo, o el uso de la economía como una herramienta para conseguir objetivos geopolíticos en términos de limitaciones en el comercio o la tecnología», enumeró el saudí.
Ante esto, recomendó a los países que se centren en el desarrollo de su capital humano, en innovación y tecnología y en sostenibilidad de la deuda para estar más preparados ante este tipo de desafíos.
Sobre la guerra en Gaza, el ministro indicó que los conflictos generan un gran impacto en las «emociones y el ánimo», algo que afecta directamente a la economía, por lo que pidió a los líderes mundiales mantener «la cabeza fría» y hacer lo posible para lograr una desescalada.