Por: Teodoro Tejada.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), llevará a cabo del 27 al 30 de mayo 2024 en los Estados de Saint John, Antigua y Barbuda, la Cuarta Conferencia Internacional sobre los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID), comprendido por Nueva Zelandia y Maldivas, con el tema “Trazando el rumbo hacia una prosperidad resiliente”.
Se destaca en este importante evento que, el mensaje central es “Consecuencias del cambio climático y como abordarlo”.
En una entrevista realizada a la señora Lola Castro, directora regional para Latinoamérica y el Caribe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en la Ciudad de Panamá, por la Agencia de Prensa EFE y publicada por el Vespertino El Nacional, en fecha 25 mayo 2024.
Declaró que, “en República Dominicana hay 1.3 millones de personas con inseguridad alimentaria, mientras que en Haití el 50 por ciento de la población está en esa situación”.
Además, agregó Lola Castro que, “las pequeñas islas y las naciones insulares se enfrentan al impacto tanto de la crisis climática, como de la crisis post-Covid y también de la crisis de la deuda”.
La República Dominicana, por su condición geográfica, en muy vulnerables a los efectos del cambio climático, presenta altos niveles de impactos de fenómenos naturales y por ser un pequeño Estado Insular en Desarrollo (PEID), con los niveles de desigualdad socioeconómico de sus ciudadanos y no prepáranos ante el paso de estos fenómenos atmosféricos, los mismos se convierten en desastres naturales, aumentando la vulnerabilidad.
La temporada ciclónica que inicia el 1 de junio hasta el 30 de noviembre 2024, será muy activa, según los pronósticos de la Oficina Nacional de Administración y Atmosférica (NOOA), debido al fenómeno oceánico la Niña, situación que, desde ya, está provocando fuertes aguaceros, provocando desbordamientos de los ríos, anegando los sembradíos y causando con ellos grandes pérdidas económicas a los productores agropecuarios, afectando los principales rubros de la canasta familiar y aumentando la inseguridad alimentaria.
Se hace urgente, abocarnos como país, a un programa de política pública, real de canalización, encauzamiento de los ríos y extracción de grandes cantidades de arena, grabas y otros materiales que cubren esos afluentes y con estas acciones evitar nuevas tragedias por esos desbordamientos.
La falta de mantenimiento de las cuencas hidrográficas en los ríos, sigue provocado, grandes avenidas por precipitaciones de lluvias caídas, presenten crecidas de ríos y lagunas provocando, repetimos, daños a miles de predios agrícolas que ha afectado cuantiosas inversiones en importantes proyectos agrarios.
Como la temporada ciclónica, está muy cerca de su inicio; para extraer los materiales y sedimentos de los ríos, es muy tarde. No obstante, las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MMARN) y el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), deberían trazarse un plan encaminado a buscar soluciones a un problema de fácil solución, si existen criterios definidos para solucionarlo que, y por muchos años viene perjudicado al pueblo.