El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, afirmó este jueves que el “próximo presidente” estadounidense debe “identificar las fuerzas oscuras”, durante una convención ultraconservadora cerca de Washington, en la que ha vuelto a menospreciar al inversor George Soros.
En su discurso no mencionó al presidente demócrata Joe Biden ni a su predecesor, el republicano Donald Trump, que volverán probablemente a enfrentarse en las urnas en noviembre.
Pero dijo que “el próximo presidente” necesita no sólo ganar las elecciones sino “tener la visión, la voluntad y el coraje de hacer lo que sea necesario y, sobre todo, debe ser capaz de identificar las fuerzas oscuras que conspirarán contra él”.
Estas fuerzas “ya se están apoderando de su país. Puede que aún no lo vean pero ya está ocurriendo (…) No siempre nos damos cuenta de lo rápido que puede multiplicarse un problema”, afirmó Bukele, quien alabó su modelo de seguridad. .
Reelegido con el 84,65% de los votos debido en parte a su cruzada contra las pandillas, el presidente salvadoreño puso como ejemplo la metáfora de la rana hervida.
“Cuando el agua hierve, ya es demasiado tarde”, les dijo.
El Salvador vive desde hace dos años bajo un estado de excepción que se ha salvado con casi 76.000 detenidos sin orden judicial, de los que más de 7.000 fueron liberados por ser inocentes.
La “enfermedad” de las pandillas “que había comenzado con síntomas leves fue empeorando hasta convertirse en un cáncer que parecía incurable”, sostuvo Bukele, que ve “síntomas” en Estados Unidos.
“Ciudades en decadencia” –
“Grandes ciudades en declive como Baltimore, Portland, Nueva York, por nombrar sólo algunos lugares donde la delincuencia y las drogas se han convertido en la norma casi cotidiana e incluso aceptada y promovida por el gobierno”, mencionó.
En El Salvador “detuvimos a los terroristas, pero tenemos que eliminar a los jueces corruptos y los abogados y fiscales corruptos” porque estaban “dejando libres” a los pandilleros, afirmó, interrumpido por los aplausos de un público enfervorizado.
Pero organismos de derechos humanos denuncian detenciones arbitrarias, torturas y muertes en prisión.
Bukele se arremetió igualmente contra uno de sus blancos predilectos desde hace meses: el inversor multimillonario George Soros.
“¿Quién eligió a Soros para dictar políticas públicas y leyes? ¿Por qué se siente con derecho a imponer esta agenda? Déjenme decirles algo, Soros y sus compinches chocaron contra un muro de ladrillos en El Salvador”, soltó, semanas después de acusarle de financiar a medios de comunicación para obstaculizar su reelección.
“Los salvadoreños son ahora inmunes a su influencia. Ya nadie cree sus mentiras”, añadió.
El presidente de 42 años presumió igualmente de que el globalismo en su país “ya ha muerto”.
Si quieren que muera en Estados Unidos, les dijo, deben estar “dispuestos a luchar sin reparos contra todo y todos los que lo defienden”.
Al final del discurso se hizo selfis con algunos de los espectadores y estrechó las manos.
Además de Bukele, la convención contará con otro de los líderes latinoamericanos que han arrasado recientemente en las urnas: el argentino Javier Milei, quien pronunciará un discurso el sábado.
Dos políticos con un fuerte empujón entre los conservadores en un momento en el que demócratas y republicanos se disputan el voto de los hispanos, que constituyen casi el 19% de la población.
Pero la estrella indiscutible de esta convención será Donald Trump, prevista el sábado. No solo tiene una enorme influencia sobre el partido sino que ha logrado moldear la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) hasta convertirla en un estandarte de su lema “Make America Great Again” (“Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo”).
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