El Observatorio del COVID-19 de la Alianza por la Democracia (APD), el discurso pronunciado el viernes por el presidente Danilo Medina manifiesta múltiples contradicciones, denota importantes ausencias y está construido en base al uso de una retórica política grandilocuente que busca la autocomplacencia para obtener beneficios políticos.
Para el director del Observatorio, Carlos Sánchez, el discurso presidencial crea una gran confusión en el país, ya que mientras afirma que estamos llegando al pico de contagios el ministro de Salud insiste en que no se puede saber cuándo llegará este momento.
Sánchez destacó que mientras para el presidente Medina la República Dominicana es el país del mundo donde mejor se han asumido las medidas de distanciamiento, el ministro de Salud está reclamando un toque de queda de 24 horas argumentando, precisamente, el incumplimiento de las medidas.
El presidente no presentó el plan que se está aplicando para combatir el COVID-19, limitándose a ofrecer detalles parciales en términos sanitarios y económicos, con muchos datos contradictorios o con escaso sustento.
El médico y dirigente político señaló que, en vez de acoger el llamado a la concertación formulado por la oposición política y diversos sectores sociales, el presidente Medina se mostró cerrado en sus posiciones pretendiendo actuar al margen del conjunto de la sociedad para enfrentar la crisis.
Carlos Sánchez dijo que las medidas tomadas por el Gobierno para enfrentar el coronavirus fueron tardías y tímidas, realizadas en marzo y abril, más de 45 días después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la Alerta Mundial, ocurrida el 30 de enero del presente año.
“Uno de los objetivos que tiene el Reglamento Sanitario Internacional (RSI-2005) con la declaratoria de Emergencia es el llamado a los países miembros para que se preparen a enfrentar la epidemia fortaleciendo el sistema de salud y tomando las medidas preventivas necesarias antes de que llegue el primer brote, cosa que no ocurrió a tiempo en la República Dominicana”, acotó.
Es ahora, casi 90 días después de la declaratoria de Emergencia Internacional y a 37 días de la declaración de Pandemia Mundial, cuando el gobierno ha dispuesto la compra de mascarillas para el uso masivo en la población, una recomendación que está siendo promovida desde hace meses en todo el mundo, igual como sucede con el llamado a realizar test masivos para diagnosticar la enfermedad, precisó Sánchez.
Según el experto en salud pública, el presidente anunció que se habían acondicionado 20 hospitales, pero no informó cuales eran los hospitales intervenidos. Lo mismo expresó sobre el anuncio presidencial de que se había pasado de 600 camas de aislamiento a 3,186, sin precisar dónde se encuentran éstas.
“Desde hace dos semanas el ministro de Salud ha venido dando a conocer cada día el número de pruebas realizadas, precisando en la mañana del viernes 18 de abril que hasta ese momento se habían realizado 13,282 pruebas. En la noche, de buenas a primeras, el presidente Medina anuncia que se han realizado 40,000 pruebas sin que se sepa de dónde surge el nuevo número que ofrece”, destacó el doctor Sánchez.
Para Sánchez la declaratoria de emergencia ha sido utilizada por empresas desacreditadas y con pésimo historial comercial, pero vinculadas a funcionarios del gobierno, para obtener ganancias excesivas mediante ofertas de bienes ampliamente sobrevaluadas.
Sobre la supuesta participación de universidades y otras instituciones en la búsqueda de alternativas innovadoras para enfrentar la pandemia a la que hizo referencia el presidente de la República, el también secretario general de la APD respondió que se trata de un sofisma.
“Lo que resalta en la lucha contra el coronavirus en el país es precisamente la ausencia de los laboratorios de universidades, porque el Gobierno no las apoyó con recursos ni las involucró en las fases de planificación y ejecución de los planes”, expresó el experto en salud pública.
Agregó que “los laboratorios de las 12 escuelas y facultades de Salud que existen en el país pudieran muy bien estar trabajando en la preparación de pruebas y test para el diagnóstico del COVID-19”.
Otra contradicción importante en el discurso es la referente a las 3,186 camas adicionales disponibles en 20 hospitales para el internamiento de pacientes en estado no crítico, cuando se sabe, por los informes del ministro de Salud, que la mayor parte de los pacientes diagnosticados con COVID-19 están en sus casas sin seguimiento de ningún tipo porque el país carece de un sistema de Atención Primaria en Salud.
Precisó igualmente que “las 100 brigadas de médicos militares y policiales que según el presidente Medina están visitando en sus hogares a las personas declaradas positivas al Covid-19 para atender todas sus necesidades no pueden suplir la inexistencia de ese sistema de atención”.
Sánchez plantea que lo mismo sucede con las nuevas medidas que dijo el presidente anunciará próximamente, pues mientras el mandatario pinta un panorama optimista sobre el curso y control de la pandemia al mismo tiempo dicta medidas más drásticas para el control de la expansión del coronavirus.
Agregó que el presidente hizo una referencia incorrecta con relación al periodo de tiempo en que se duplicó el número de casos positivos en países como España, Italia y los Estados Unidos. En opinión del doctor Sánchez, las comparaciones de la República Dominicana con estos países son irrealistas, ya que su capacidad para levantar información y transparentarla es diferente a la de nuestro país. Esto, aparte del escaso número de pruebas realizado hasta ahora en República Dominicana.
A juicio del director del Observatorio de COVID-19, entre las estadísticas presentadas ayer por el presidente Medina este olvidó presentar las de la provincia Duarte, que presenta una de las más altas tasas del mundo en cuanto a tasa de mortalidad y letalidad, sin que a la fecha se vea la luz al final del túnel.
“A pesar de que las estadísticas ofrecidas por el presidente no son confiables, por el grave subregistro que hay en el país, el presidente Medina se complace con que la tasa de letalidad del país es de 5 %, cuando a la fecha, en la región de las Américas, esta es de 3.9 %”, precisó.
El también dirigente político consideró desafortunado que el presidente de la República haya comparado las cifras estadísticas de la pandemia en nuestro país con las de Nueva York. Para Sánchez, como dice nuestro pueblo, “mal de muchos, consuelo de tontos”.