“Es decir, nosotros no podemos ver que un funcionario regale 100 millones de pesos en diciembre para fiestas. Que nosotros podamos ver, por ejemplo, compras de orquídeas carísimas, compras de lapiceros a 56 mil pesos. Compras de vinos y de camarones para un funcionario tener almuerzos en sus localidades”, reflexionó.
Destacó que existe entre un 30 a un 40 por ciento de evasión, razón por la que se preguntó: “¿Quiénes evaden? ¿Los pobres, la clase media? No. Los que más tienen”.
Dijo que, como las autoridades, a través de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), saben quiénes son los que más evaden impuestos deben cargar más a esos sectores en una posible reforma fiscal.
Crespo favoreció que los sectores que más se beneficiaron por la incidencia de la pandemia en el país tengan que pagar más impuestos como, por ejemplo, las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), los centros médicos privados, los supermercados y las farmacias.
El dirigente político propuso que se tome en cuenta en una posible reforma fiscal a unos 222 mil dominicanos que no han logrado recuperar sus empleos producto de la pandemia.
“Esa reforma fiscal que el gobierno quiere que uno se la apruebe y que asuma el costo político debe ir sobre los que más tienen porque ya la población no aguanta. La gente lo que quiere es que le bajen el pollo de 100 pesos, que le bajen el arroz, que le bajen el aceite, que no le carguen una factura eléctrica, que le van a aumentar el costo”, según se ha anunciado”, expresó.
En tanto que, el senador por Elías Piña, Yván Lorenzo, argumentó que si el Partido Revolucionario Moderno (PRM) va a impulsar una reforma fiscal será para afectar a la inmensa mayoría del pueblo dominicano.
“Ellos (el PRM), yo pienso que están ensayando ampliar la base del ITBIS. Colocar mayores impuestos a la medicina, a la comida”, expresó.
Al cuestionársele si las consecuencias de esas pretensiones, de ser aprobadas, podrían ser devastadoras, el dirigente político respondió: “Eso es posible”.
Reiteró que el país está en un estado de recesión y que enfrenta las secuelas del COVID-19, por lo que “imponer” una reforma fiscal sería “rematar al comercio, el empresariado y al pueblo dominicano”.