La Lava Jato, mayor operación de combate a la corrupción en la historia de Brasil y comandada por Moro, descubrió que Odebrecht tenía un departamento específico para el pago de sobornos a autoridades de Brasil y de varios países latinoamericanos y africanos, entre ellos Colombia, Perú y Venezuela.
Ante la magnitud del escándalo, el consorcio reconoció la corrupción en el seno de sus empresas; firmó acuerdos con autoridades de diversos países para confesar sus crímenes y se comprometió a pagar millonarias multas a cambio de seguir operando.
Lewandowski consideró procedente un recurso presentado por la defensa del exjefe de Estado y concluyó que, como la propia Corte Suprema anuló la semana pasada todas las decisiones de Moro en los cuatro procesos que le abrió a Lula, las confesiones de los ejecutivos de Odebrecht en estos casos en específico pierden su validad.
Confesiones de Odebrecht no podrán ser usadas en futuros juicio
Agregó que las pruebas obtenidas a partir del acuerdo con Odebrecht no podrán ser usadas en un nuevo proceso en caso de que la justicia federal de Brasilia, a donde los casos de Lula fueron trasladados luego de que la jurisdicción de Moro fuera considerada incompetente, decida abrirle nuevos juicios al expresidente.
El caso en específico se refiere a una confesión del entonces presidente de la constructora, Marcelo Odebrecht, quien dijo que la constructora le ofreció 12,4 millones de reales (unos 2,5 millones de dólares) al Instituto Lula para la construcción de su sede y que el exmandatario sabía que se trataba de una donación ilegal.
La nueva decisión judicial se suma a varias otras en los últimos días que han favorecido a Lula.
El expresidente ya se libró de once de los 18 procesos penales abiertos en su contra por crímenes como corrupción, tráfico de influencias o asociación para delinquir, pero aún enfrenta tres y otros cuatro podrían ser abiertos.
Además de tres casos en que ya fue imputado, Lula también podrá responder nuevamente por los cuatro que fueron instruidos por Moro, cuyas decisiones fueron anuladas por un conflicto de competencias, y que ahora están en las manos de jueces de Brasilia.
Los magistrados que asumieron estos cuatro casos tendrán que comenzar la instrucción desde cero -ya que aún no hay ni denuncia formal de la Fiscalía- debido a que el Supremo, al considerar parcial la actuación de Moro, anuló todas las pruebas recogidas.
La sentencia que anuló las condenas contra Lula también restituyó al exmandatario todos sus derechos políticos, con lo que ahora está en plenas condiciones de presentarse como candidato a la Presidencia en las elecciones que se celebrarán en octubre del año próximo.
Lula, que lidera con ventaja las encuestas de intención de voto, no ha confirmado totalmente que aspire volver al poder, pero sí ha dicho que lo hará ‘si fuera necesario’ para desalojar al presidente Jair Bolsonaro, quien aspirará a la reelección en 2022.