El 2020 será recordado como un año crítico, de grandes lecciones y como el punto de quiebre que obligó a muchos a reinventarse, perfeccionar y encontrar oportunidades en medio de la adversidad.
Esta consigna llevó a Cervecería Nacional Dominicana a la ejecución de una serie de inversiones, proyectos e innovaciones. Para muchos, invertir en medio de los fuertes descensos que han experimentado las industrias y el comercio es un factor de riesgo, pero en Cervecería están convencidos de que ahora este tipo de acciones es cuando más se necesitan. Su director general, Marcio Juliano, explica que “Con esa visión, más la certeza de que estamos todos juntos en esto, nos dedicamos a desarrollar un plan de trabajo que nos permitiera contribuir con el bienestar de los dominicanos y apoyar la recuperación de este país en el que tanto confiamos”.
Las inversiones de las empresas privadas y sus actividades lucrativas “proporcionan bienes y servicios esenciales que mejoran la vida de la población, generan ingresos fiscales internos y son fundamentales para estimular el crecimiento de la economía” (Organización Mundial del Comercio). En ese sentido, Cervecería realizó inversiones de más de RD$1,200 millones, para proyectos que fomentarán el sector industrial y ayudarán con la reactivación financiera nacional. “Estas iniciativas se traducen en generación de empleos directos e indirectos, aportes fiscales, desarrollo para las zonas donde están ubicadas y diversificación de la oferta de productos”, indica Juliano.
Uno de los proyectos es la apertura de un centro de distribución en Samaná que, durante este año, generará 124 empleos y en los próximos 5 años se añadirán otros 165 puestos, de acuerdo a informes de la compañía. Con su puesta en marcha la empresa podrá reducir 70 km por día en sus rutas de distribución.
En Santo Domingo inauguró una línea de producción de latas, con la cual se generará 200 empleos y aumentará la capacidad productiva de la empresa.
Y, con otro de los proyectos, que se ubicará en Pedro Brand, Cervecería busca reactivar la industria del vidrio local, a través de un acuerdo suscrito con la empresa Caribbean Glass Company. Con la iniciativa se construirá una planta industrial para la fabricación de vidrio, con la cual se dejará de importar unos 229 millones de botellas; se generará más de 200 empleos para su construcción y más de 300 empleos directos cuando inicie su actividad.