Alcaldes y alcaldesas deben trabajar con programas ordenamiento territorial, afirma Participación Ciudadana

El ordenamiento territorial, a partir de los planes y programas de trabajo municipal, debe ser una prioridad para los nuevos alcaldes y alcaldesas, según recomendaron especialistas convocados por la organización Participación Ciudadana.

Participación Ciudadana celebró el panel virtual “¿Cómo influye la planificación y ordenamiento del territorio en un estado de emergencia?”, en el cual especialistas analizaron su influencia desde al ámbito local y nacional, tanto previo como posterior a una eventualidad de este tipo.

Durante el desarrollo del panel, Participación Ciudadana se hizo eco una vez más de la importancia de la aprobación de la Ley de Ordenamiento Territorial y la Ley de Regiones Únicas de Planificación, las cuales buscan optimizar y aprovechar los recursos, potenciar la vocación de uso de los suelos, al igual que eficientizar la respuesta ante emergencias.

“La necesidad de contar un Plan Municipal de Ordenamiento Territorial (PMOT) en los diferentes Gobiernos Locales del territorio nacional, responde al crecimiento desordenado que ha tenido el país durante las últimas décadas. Este plan es una herramienta fundamental para lograr un crecimiento sostenible y con ello poder dar respuesta a posibles eventualidades”, afirmó Carlos Pimentel, director ejecutivo del movimiento cívico.

Erick Dorrejo, especialista en planificación y ordenamiento territorial del Laboratorio de la Ciudad (CILAB), aseguró que la planificación estratégica y el ordenamiento territorial son herramientas esenciales y vitales, ya que distribuyen los recursos con mayor eficiencia, mejoran la resiliencia y atienden a las prioridades de cada demarcación.

Para tales fines se requiere incorporar la variable del territorio en la formulación de las políticas públicas desde dos ámbitos; en primer lugar, mirando hacia el territorio a través de la desconcentración operativa del aparato gubernamental y en segundo plano mirando en cada territorio las actividades fundamentales para ordenarlas en respuesta a cada realidad.

“Esta crisis sanitaria ha puesto sobre la mesa evidencias que nos ayudan a explicar de una manera más clara cómo el ordenamiento territorial es una herramienta para que las políticas públicas sean más efectivas. Ante un Estado de Emergencia, el ordenamiento del territorio facilita la respuesta a eventos que impactan directamente el bienestar de la población y esta pandemia nos muestra una vez más que un modelo operativo de atención y respuesta tiene que ser un modelo desconcentrado a nivel multiescalar”, expresó Dorrejo.

El especialista en ingeniería ambiental y ordenamiento territorial de Participación Ciudadana, Dionys De la Cruz, recalcó la necesidad de crear las herramientas necesarias para diseñar planes de emergencia, tomando en cuenta las vulnerabilidades socio-territoriales, rutas de emergencias y evacuación, ubicaciones óptimas de actividades peligrosas o delicadas, las cuales tienden a requerir asientos especiales o en su defecto regulaciones extraordinarias.

“Es importante que haya participación activa de la sociedad civil en la toma de decisiones, de modo que todos los resultados que se emanan de los gobiernos locales sean en base a una consulta popular”, destacó.

Esta actividad también contó con la intervención de David Arbona, especialista en Hábitat y Pobreza Urbana de Ciudad Alternativa, quien manifestó que lo que caracteriza a ciudades de Latinoamérica es la ausencia o la debilidad de la implementación de ejercicios de planificación del territorio.

“La Ley de Ordenamiento Territorial busca romper con la descoordinación y articular capacidades para lograr un ordenamiento del territorio que realmente busque la garantía de derechos y el bienestar colectivo. Pero, para un ordenamiento del territorio no basta con normativas del uso del suelo y densidad. Una de las debilidades grandes que tenemos como sociedad es la gestión de la propiedad del suelo. Sino equilibramos la manera en que lo gestionamos, se van a seguir reproduciendo las desigualdades”, explicó.

Hizo énfasis en que el Quédate En Casa no se vive igual en todos los sectores de la sociedad, y que para hacer frente a lo que viene en términos de recuperación, tiene mucho que ver la capacidad del Estado de centralizarse y de actuar de manera coordinada. “Esta situación nos invita a repensar nuestras prioridades, a pensar en el bienestar colectivo por encima del bienestar individual”, concluyó.

El panel virtual, además tuvo la participación de José Antonio Chevalier, Especialista en Planificación Urbana y Ordenamiento Territorial del Ayuntamiento de San Pedro de Macorís, quien sostuvo que luego de la pandemia se debe replantear el abordaje de la planificación del territorio en relación a la inversión pública.

“Los gobiernos locales luego de esta pandemia tienen que modificar sus intervenciones de gestión en el territorio. Hago un llamado a las nuevas autoridades municipales a que activen sus oficinas de planeamiento urbano y que no la utilicen como una simple oficina de recaudación de ingresos, sino como un departamento para planificar su territorio”, señaló.

Participación Ciudadana explicó que a través de esta iniciativa busca orientar a la sociedad civil, a fin de que cada ciudadano y ciudadana pueda adoptar un rol activo en la toma de decisiones y en la exigencia de derechos fundamentales que garanticen un desarrollo sostenible y saludable para las presentes y futuras generaciones de nuestro país.