La Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (MOE-OEA) reportó compra y venta de cédulas, alto proselitismo, impedimento de ingreso a observadores de escrutinio, retraso y dificultad en el escrutinio durante las pasadas elecciones municipales extraordinarias del 15 de marzo.
“En el transcurso del día, la MOE/OEA observó compra de votos y compra de cédulas, por parte de diversas fuerzas políticas y en distintas localidades. Esto ha sido un problema recurrente en las elecciones de República Dominicana, advertido por pasadas Misiones de Observación Electoral de la OEA”.
Los observadores de la OEA recorrieron 99 centros de votación de 20 provincias del país y el Distrito Nacional. Resalta que los colegios estuvieron integrados con un alto porcentaje de mujeres, que una vez más demostraron su compromiso con la vida política.
Señala que en general, la votación se condujo de forma ordenada y tranquila, pero que en algunas mesas se reportó desconocimiento respecto a la indicación de que los electores debían marcar con su huella el padrón electoral.
Asimismo constató una alta presencia de delegados de los partidos políticos durante la jornada electoral, particularmente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
También observó actividad proselitista en las inmediaciones como en el interior de los recintos de votación, así como amplia presencia de “facilitadores de partido”.
Durante la jornada, la misión recibió denuncias sobre incumplimiento de disposiciones de la JCE respecto al voto asistido e impedimento por parte de miembros de la Policía Militar Electoral al ingreso de observadores de escrutinio.
En cuanto al cierre de votación, las mesas cerraron a las 5:00 de la tarde como manda la ley, pero el conteo de votos en algunos casos demoró más de cinco horas por las dificultades para contar el voto preferencial y para completar correctamente las actas.
También menciona que al ser estas las primeras elecciones municipales separadas en mucho años, la participación fue menor a anteriores procesos
Reconocimiento. La misión de la OEA reconoció que la organización de unas elecciones no previstas, en menos de un mes y a dos meses de las elecciones presidenciales y congresuales, supuso un esfuerzo extraordinario por parte de las autoridades electorales que retomaron el curso de sus funciones bajo una gran presión política y social.
Asimismo, elogia el acompañamiento cercano de los partidos en todas las decisiones que hicieron posible estas elecciones y reitera su reconocimiento a los principales líderes políticos por su llamado a la paz, al diálogo y al ejercicio del derecho al sufragio.
Confía esa actitud trascienda el actual ciclo electoral y que la sociedad civil continúe adueñándose de un proceso democrático que le pertenece de pleno derecho. “Todo sistema electoral se fortalece en la transparencia, el diálogo y la inclusión”, señala.
Sugerencias. La misión hizo varias sugerencias para mejorar futuros procesos, entre ellas evitar que miembros de colegios electorales estén asociados a partidos; preparar un cronograma detallado con miras a las elecciones presidenciales y congresuales de mayo de 2020, para dar mayor claridad.
En materia de tecnología, la misión considera imprescindible perfeccionar el sistema de transmisión de datos y que se asegure de su funcionalidad antes de emprender cualquier proyecto de otra naturaleza.
En cuanto al financiamiento de partidos, sugiere fortalecer la Unidad de Control Financiero para una adecuada supervisión y fiscalización de los gastos de campaña, la detección y sanción del uso de fuentes ilícitas, el acceso equitativo a medios de comunicación, entre otros.
Además, proveer al sistema de persecución y sanción de los crímenes electorales de todas las garantías propias de la justicia penal; fortalecer las capacidades del Tribunal Superior Electoral para que pueda desempeñar sus funciones en materia penal y a la de la fiscalía electoral para que responda de manera eficiente a la tarea que la ley le manda.
En materia legal propone una revisión integral, luego de los próximos comicios, de las leyes de Partidos y Electoral para resolver los vacíos legales y desafíos de interpretación.