República Dominicana en camino a ser país de renta alta, según el FMI

República Dominicana aún debe transitar un largo trayecto para convertirse en una economía desarrollada. El comportamiento de sus principales indicadores macroeconómicos, sin embargo, apuntan a que el país ha logrado avances significativos que lo ubican en una posición cimera en la región.

En la más reciente evaluación del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la economía dominicana, a propósito de lo que establece el Artículo IV, se deja establecido que las decisiones tomadas en materia macroeconómica han sido las correctas. El papel desempeñado por el Banco Central de República Dominicana (BCRD), fundamentalmente por su papel en la estabilidad de precios y cambiaria, ha sido determinante.

Sin dejar de lado los retos que aún deben superarse, como la informalidad laboral, mejoría en la calidad de la educación para impulsar la productividad en los diferentes sectores económicos; sacar de la ecuación del déficit público el lastre que representa el sector eléctrico y la adopción de tecnologías, una publicación del FMI principios de agosto de este año pone de manifiesto los avances logrados por República Dominicana en cuanto a la convergencia de ingresos.

De continuar con el ritmo de crecimiento e implementar las reformas estructurales en los ámbitos fiscal, laboral, salud, educación y eléctrico, así como mejorar la competitividad para atraer inversión y tecnología, República Dominicana está en ruta a ser una economía desarrollada hacia 2060.

“La convergencia de la renta se mide típicamente comparando la renta per cápita de un país con la de una nación más próspera, a menudo Estados Unidos. Para la República Dominicana, esta ratio alcanzó el 32% en 2022, lo que indica que el nivel de vida del país es aproximadamente un tercio del de Estados Unidos. Esto contrasta con América Latina en su conjunto, donde el nivel de vida medio es aproximadamente un cuarto del de Estados Unidos”, establece el análisis del FMI.

El documento, publicado bajo las firmas de Emilio Fernández, jefe de Misión para República Dominicana y subjefe de División en el Departamento del Hemisferio Occidental del FMI; y los asesores Alejandro Santos y Frank Fuentes, establece que en la convergencia de ingresos del país señala el camino hacia el estatus de economía avanzada en las próximas décadas.

Destacan que lo notable del progreso no es sólo el nivel de convergencia, sino también la velocidad en comparación con otros países de la región.

Mayor velocidad

Sostienen que República Dominicana ha exhibido la mayor velocidad media de convergencia, o “desplazamiento azul”, de América Latina en los últimos 50 años. Indican que Panamá y Chile han logrado velocidades de convergencia positivas igualmente significativas, pero aún más bajas, mientras que la mayoría de los países de la región han experimentado velocidades de convergencia muy bajas (“desplazamiento verde”) o negativas (“desplazamiento rojo”).

En su comunicado tras la evaluación en el marco del Artículo IV, el FMI destaca que un historial de sólidas políticas y firmes institucionales han ayudado a República Dominicana a lograr un crecimiento económico robusto y resiliente con una baja inflación en las últimas dos décadas.

Refiere que, luego de la crisis del covid-19, las políticas implementadas contribuyeron a una moderación del crecimiento que facilitó el debido retorno rápido y sostenido de la inflación a su nivel meta el año pasado y, posteriormente, apoyaron la recuperación, mientras que la estrecha vigilancia del sector financiero respaldó la estabilidad macrofinanciera.

Sin embargo, señala que las mejoras previstas de los marcos de políticas y la profundización de las reformas estructurales, como son las reformas integrales en el plano fiscal y en el sector eléctrico, tienen el potencial de seguir promoviendo la estabilidad, la competitividad y el crecimiento inclusivo.

Fundamentos

Para el Fondo Monetario, apoyado en la solidez de las políticas y los fundamentos macroeconómicos, las perspectivas son positivas pese a la elevada incertidumbre, principalmente global. Para 2024 y en el mediano plazo, el organismo internacional proyecta que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) real se sitúe en torno a su tendencia de largo plazo de 5%, con la inflación alrededor de la meta de 4%.

Además, proyecta que el déficit en cuenta corriente se reduzca gradualmente hasta menos de 3% del PIB y siga financiándose en su totalidad con inversión extranjera directa (IED).

Observa, de igual forma, que los riesgos a corto plazo para el desempeño económico, derivados de las condiciones financieras mundiales más restrictivas, las tensiones geopolíticas y los precios volátiles de las materias primas, se han moderado desde el año pasado, pero permanecen elevados y sesgados a la baja.

Para el FMI, a mediano plazo, los riesgos están más equilibrados con sesgos al alza si las principales reformas son implementadas con éxito.
En su informe a propósito de la revisión del Artículo IV, el FMI sugiere una reforma fiscal para mejorar los ingresos.

Retos inmediatos para alcanzar la mejoría
A pesar de ser uno de los países más pobres de América Latina a mediados de la década de 1960, los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) consideran que República Dominicana ha realizado notables progresos en términos de convergencia de ingresos.

Entienden que, aunque existen riesgos en el futuro, en particular los asociados al cambio climático, la aplicación continuada de reformas encaminadas a fomentar la productividad puede ayudar a mantener altas tasas de crecimiento, allanar el camino para un futuro próspero para su pueblo y, finalmente, transformar a República Dominicana en una economía avanzada en torno a 2060.

Tal progreso, destacan los técnicos del FMI, representaría un “cambio azul” significativo en la historia del país y serviría como prueba innegable de su desarrollo en curso para alcanzar la meta.