Pese a que se pudiera percibir lo contrario, en la provincia Dajabón reina la tranquilidad a pesar de que la frontera entre la República Dominicana y Haití está cerrada desde el viernes a las 6:00 de la mañana, subiendo de tono las tensiones entre los dos países, debido a la construcción de un canal de riego en el Río Masacre.
En un reportaje de N Investiga se observan las banderas blancas que caracterizan la paz por parte de los haitianos que están apostados en la zona de construcción del canal, el cual fue iniciado en el 2021, bajo la presidencia del asesinado Jovenel Moise, y cuyos trabajos se reanudaron a principio de septiembre.
La construcción del canal de riego, que el gobierno dominicano califica como un dique que desviará las aguas del río Masacre, parece una obra más rudimentaria que la dimensión dada por las autoridades.
Esto hace cuestionar si la medida de cerrar la frontera vía marítima, aérea y terrestre por parte del presidente dominicano, Luis Abinader, fue acorde a la realidad o si la misma fue excesiva, como lo catalogó el gobierno haitiano esta semana.
De lo que no hay dudas es que el cierre fronterizo será insostenible, tanto para Haití, que es un país sumido en la crisis económica, social y política, como para la República Dominicana, cuyo país vecino es su segundo socio comercial y las provincias fronterizas viven de que la frontera esté abierta.
Se espera que el diálogo entre las delegaciones de los dos países prospere, antes de que la situación se convierta en un caldo de cultivo para la rebeldía, sublevación, y nacionalismo extremo, que pudiera multiplicarse cuando la escasez toque los hogares de quienes les faltan los productos para comprar y quienes no tengan clientes para vender.
Las opiniones encontradas no se han hecho esperar en cuanto a la controversial medida adoptada por el presidente Abinader, cuya decisión ha provocado reacciones de todos los sectores de la sociedad.
Personas entrevistadas por N Digital opinaron a favor y en contra del cierre fronterizo con Haití.
Por ejemplo, el alcalde de Dajabón, Santiago Riverón, apoya la medida y está convencido de que la República Dominicana resistirá más el cierre fronterizo, ya que, aunque los haitianos tienen el dinero, los dominicanos tienen los productos que ellos necesitan.
“¿Por cuántos días cree usted que el pueblo va a aguantar la falta de comercio binacional? ¿De sentirse económicamente activos? ¿Cuánto tiempo? Porque ahora estamos todos muy apoyados, estamos apoyando gobiernos, pero ahora llega un momento dice pero espérate que ya yo necesito comer – Hasta cuando del lado dominicano yo no te puedo decir hasta cuándo. Ahora hay un espíritu como tú dices, hay un espíritu ahora de patriotismo y la gente está respaldando esta medida. Ahora vamos a ver cuál aguanto más. Si del agua haitiano, de la dominicana. Tú sabes que de aquel lado tienen el dinero, pero nosotros tenemos los.- ¿Alimentos, okey? O sea que hay que medir fuerza. Ahora a ver quién aguanta más”, dijo Riverón.
Mientras, el economista Ciriaco Ramírez piensa que las medidas que ha tomado el gobierno dominicano obedecen prácticamente a una falta de respuesta por parte del gobierno haitiano y hay que buscar una solución a esa situación, aunque percibe no hay un interlocutor que pueda sentarse y aclarar lo que ha ocurrido.
En cambio, la polítologa Rosario Espinal sostuvo que el cierre fronterizo tiene un costo altísimo, ya que atrinchera más a los haitianos por un lado, y a los dominicanos por otro.
“Yo creo que eso no le conviene a nadie. Sé que tiene beneficios políticos temporales en Haití. Por eso los políticos agitan el nacionalismo y en República Dominicana lo tienen, por eso agitan también el nacionalismo”, dijo Espinal a N Investiga.
La situación en la frontera domínico-haitiana en Dajabón (norte) sigue siendo tranquila en la segunda jornada del cierre dispuesto por el Gobierno del presidente dominicano, Luis Abinader, en represalia a la construcción, del lado haitiano, de un canal de riego en el río Masacre, que comparten ambas naciones.
Desde las 6.00 de la mañana del viernes la totalidad de la frontera -marítima, terrestre y aérea- entre ambos países permanece cerrada, y solo dos veces al día, a las 12.00 y a las 4.00 de la tarde se permite el paso de los ciudadanos haitianos que están en territorio dominicano para que regresen a su país.
Un grupo de unas 200 personas esperaba cerca del paso fronterizo para volver a Haití en los minutos de apertura de este mediodía, muchas de ellas mujeres con niños pequeños que iban cargando unas pocas pertenencias.
Mientras hacían fila bajo el intenso sol para pasar al otro lado, un camión de la Dirección General de Migración (DGM) llegó cargado de ciudadanos haitianos indocumentados para deportarlos, sin que se hayan producido movimientos reseñables durante la mañana