El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió el miércoles conversaciones francas entre partidarios y detractores de la independencia en Nueva Caledonia durante una visita a este territorio de ultramar en el Pacífico.
Macron ha viajado a este archipiélago de 300.000 habitantes y rico en níquel del Pacífico Sur, donde las fuerzas independentistas todavía se duelen de la derrota en 2021 en un referéndum sobre permanecer o no en Francia.
El jefe de Estado aseguró que ambos bandos tienen una “inmensa responsabilidad” para encontrar un consenso sobre el futuro estatus constitucional del archipiélago.
Macron pidió un “sincero y profundo intercambio político”. “Es importante, en este periodo que atravesamos, que hablemos entre nosotros”, dijo.
En diciembre de 2021, un referéndum en este territorio terminó con un resultado de 97% de votos favorables a permanecer en Francia.
Sin embargo, los indígenas kanaks de este territorio, mayoritariamente proindependencia, boicotearon la votación y rechazan su resultado, argumentando que debería haberse retrasado por la pandemia del covid-19.
El referéndum también alimentó las tensiones étnicas entre los pobres indígenas kanak y la rica comunidad blanca, fiel a París.
Los tres referéndums celebrados en cinco años terminaron con el rechazo a la independencia, aunque los resultados de 2018 y 2020 fueron más ajustados.
Estas votaciones estaban incluidas en el Acuerdo de Numea de 1998 para dar gradualmente más poder político a este territorio después de violentas protestas en los 1980.
Macron dijo que los referéndums ponían fin a este proceso, pero que nadie preparó los pasos siguientes.
“Nos encontramos en una especie de estado de suspensión”, dijo.
Las negociaciones sobre el nuevo estado constitucional para el territorio están empantanadas, especialmente en relación al sistema de votación y a una futura vía para la autodeterminación.
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