El excanciller Andrés Navarro afirmó que las presiones que está sufriendo el país por las deportaciones de haitianos ilegales es la cosecha de que el presidente Luis Abinader se hiciera el gracioso con Estados Unidos, generando luego “desconsideración e irrespeto”.
“El presidente Abinader se hizo el gracioso, se excedió al aludir la importancia de unas relaciones con Estados Unidos haciendo una bipolaridad en relación con otras naciones, específicamente China, que no solamente ignoró (Abinader) la importancia de esas relaciones, sino que prácticamente le dio la espalda al principio”, expresó el también aspirante a alcalde del Distrito Nacional por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Advirtió que cuando un presidente “se hace el gracioso con una nación de esa magnitud (Estados Unidos), el grave riesgo que corre es la desconsideración y el irrespeto”.
Entrevistado por Pablo McKinney en su programa televisivo “McKinney”, por Color Visión, Navarro dijo que si un gobierno se hace el gracioso con Estados Unidos, “eso genera unas expectativas y cuando no se llenan esas expectativas, viene el cambio de actitud”.
Manifestó que un presidente no puede tomar decisiones en base a sus preferencias personales, porque “como ser humano tiene derecho a tener preferencias personales, pero como estadista tiene que tomar decisiones conforme a los intereses de su país”.
Navarro dijo que el comportamiento inicial del presidente Abinader de alinearse con Estados Unidos ha llevado a congresistas norteamericanos a considerar que la República Dominicana es la solución al problema haitiano.
Afirmó que esos congresistas quieren acusar a República Dominicana de no respetar los derechos humanos de los haitianos cuando a las autoridades de Haití no se les señala como responsables de los derechos de sus propios habitantes.
“Los haitianos vienen a República Dominicana porque en Haití no tienen garantías absolutamente de nada. Y eso, entonces. El reducto del gobierno haitiano que ha pedido una intervención, se hacen sordos y se ha colocado ese pedido en la burocracia infinita de Naciones Unidas y ahora le corresponde al presidente (Abinader) ser absoluto y posiblemente entre en una situación de tensión”, apuntó el excanciller.