“Caiga quien caiga”: Abinader le declara la guerra al crimen organizado

“Aquí vamos a enfrentar en el terreno que quieran y le vamos a ganar a toda esa estructura criminal que ya le hemos dado un golpe contundente”, advirtió, otra vez de forma enérgica, el presidente de la República, Luis Abinader, al sostener que continuará desmantelando las redes del narcotráfico y lavado de activos que por muchos años operaron con impunidad en el país.

Abinader habló este viernes de su compromiso de llevar tranquilidad al pueblo dominicano, pero reconoció que la tarea conlleva tiempo porque “nosotros dijimos que esto tenía demasiado tiempo, había tomado demasiadas raíces en el país.”

El jefe de Estado dominicano informó que, tras una reunión con funcionarios de la Policía del estado de Nueva York, durante su visita a esa ciudad, acordó que ese cuerpo de investigación estadounidense va a colaborar con el país en la lucha contra el crimen organizado.

“Allá en Nueva York, cuando estuvimos ahora, nos reunimos también con funcionarios de la Policía de Nueva York, que también van a colaborar, pero que en estos dos años podría hasta empeorar (el crimen) antes que mejorar porque íbamos a golpear áreas muy sensitivas que nunca se habían golpeado del crimen organizado”, detalló.

Dijo que los resultados no se pueden lograr de un día para otro, debido a que se trata de una estructura que por décadas ha operado con impunidad en el país.

La respuesta del mandatario a las preguntas de los miembros de la prensa, se vio interrumpida, en varios momentos, por la voz estruendosa que salía desde el seno de la multitud agolpada frente al Santuario. “Señor presidente, no se olvide de los pobres y de los desposeídos’’, vociferaba de forma insistente una dama, perdida entre la multitud.

Falcón sigue, caiga quien caiga

El presidente Abinader reiteró que “caiga quien caiga”, la Operación Falcón continuará en su lucha contra la corrupción, el narcotráfico y el lavado de activos y sostuvo que el país está hoy más limpio en términos de ese crimen organizado, que lo que estuvo antes.

“Porque esa estructura trabajó con impunidad durante años y eso es lo que no hay en este gobierno, impunidad. Sea quien sea, caiga quien caiga, aquí va a reinar la justicia y lo positivo de este proceso, que nunca existía, es que no se esconden nombres, aquí no se esconde a nadie, aquí cada quien tiene que responder por sus acciones y esa es la diferencia que ha traído este gobierno”.

El presidente de la República, Luis Abinader; la vicepresidenta, Raquel Peña, y la primera dama, Raquel Arbaje, encabezaron la eucaristía por el Día de Nuestra Señora de las Mercedes.

Además, asistieron a la celebración la gobernadora de La Vega, Luisa Jiménez de la Mota; el alcalde del municipio La Vega, Kelvin Cruz, y el senador de la provincia, Ramón Rogelio Genao.

A la misa acudieron, también el presidente del Senado, Eduardo Estrella; los ministros de Salud, Agricultura e Industria y Comercio, Daniel Rivera, Limber Cruz y Víctor -Ito- Bisonó, respectivamente; el director de Proindustria, Ulises Rodríguez, y el director Regional Cibao Central de la Policía en Santiago, general Máximo Báez Aybar, entre otros.

La celebración eucarística fue oficiada por monseñor Héctor Rafael Rodríguez, obispo de la Diócesis de La Vega.

Aglomeración y COVID-19

Durante la misa central, los asientos del templo fueron reservados para funcionarios del gobierno y un reducido grupo del personal de la Iglesia católica. La medida obedeció al protocolo instrumentado por las autoridades para evitar las aglomeraciones alrededor del mandatario.

Sin embargo, afuera la multitud devota, escuchó a través de las bocinas el mensaje de Dios, sin guardar el distanciamiento social. En los perímetros del Santuario, no se permitió la entrada de personas sin mascarillas.

El sacerdote Porfirio Pimentel, párroco del Santo Cerro, explicó que debido a las restricciones impuestas por las autoridades, que demandan evitar las aglomeraciones por el COVID-19, este año, como el anterior, tampoco se realizó la acostumbrada procesión.

“Los hijos de la fe” llegaron al templo a pie, en motores u otro tipo de transporte, desde distintos puntos del país, para postrarse ante la “madre de Dios” y presentarles sus peticiones por problemas de salud, de economía, familiares o expresarle gratitud por favores concedidos”, señaló.

Alrededor del templo, como cada año, se improvisa el comercio con todo lo que los visitantes puedan necesitar y decenas expusieron bisutería religiosa, crucifijos, imágenes, juguetes y otros accesorios.

Se les vio a otros ofertar golosinas, agua, jugos, croquetas. También sombreros, sombrillas y objetos con imágenes de la virgen.